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jueves, 27 de febrero de 2020

Guerra fría

La Guerra Fría
La rivalidad entre Estados Unidos y Rusia surge al final de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de imponer su visión del mundo
La Guerra Fría es un período de tensión política que surgió como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Alemania perdió la guerra contra los Aliados, una coalición de países que se unieron para derrotar el régimen nazi de Adolf Hitler. En este bando vencedor, dos potencias se disputaban el liderazgo: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), también conocida como Unión Soviética. En 1949, Estados Unidos y sus aliados unieron esfuerzos a través del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, por sus siglas en inglés), mientras que los estados bajo la influencia de la Unión Soviética firmaron el Pacto de Varsovia en 1955.
Durante décadas, estadounidenses y soviéticos compitieron por extender su influencia en muchos ámbitos: fabricación de armamento, competiciones deportivas, acuerdos comerciales, exploración espacial… Todo por demostrar que su sistema era mejor. Por suerte, su rivalidad nunca llegó a estallar en una guerra, por eso a este enfrentamiento se le llama “Guerra Fría”. Estados Unidos y la URSS rivalizaban para imponer su modelo social, político y económico al resto del mundo; de ahí es donde proviene el llamado sistema bipolar en donde el mundo se dividió en dos grandes bloques: Capitalista y Comunista. El capitalismo –liderado por los Estados Unidos– propone un modelo político y económico en el que propiedad privada y empresas juegan un papel muy importante. A la hora de crear riqueza, un gobierno capitalista prioriza las iniciativas privadas antes que fortalecer los servicios públicos. Por el contrario, el comunismo soviético da prioridad a las políticas y servicios sociales promovidos por el gobierno. En un país comunista, el gobierno es propietario de los recursos públicos (producción de las fábricas, servicios sanitarios, educación) para distribuirlos entre la sociedad. La antigua URSS instauró el sistema comunista en sus territorios, como Rusia, pero también lo exportó a países como China, Cuba o Venezuela.